Ya no aguanto más. Pensaba poderlo soportar.
Pensaba esto y lo otro, pensaba sin pensar.
Una chica llorando vi en el espejo.
De pronto me di cuenta que era mi reflejo.
Miré a mi alrededor y cogí una cuchilla afilada.
Me lo llevé a la muñeca y sentí cómo cortaba.
Sangre...se escapaba de mis venas.
Toda la habitación empezaba a darme vueltas.
Cada vez la respiración me era más pesada.
Sentía como si la cabeza se me estallara.
Tenía calor y frío, un escalofrío.
No aguantaba este tíovivo tan sombrío.
Sólo veía negro. No podía sentir mi cuerpo
que fue como si un imán lo atrajera hacia el suelo.
Estaba flotando, pero en el suelo me veía.
Solo quería despertarme de aquella pesadilla.
Una luz blanca en la oscuridad yo veía.
No sé muy bien por qué la seguía.
Cada vez más se iba alejando.
No parecía real pero no estaba soñando.
Vi a un hombre, todo vestido de blanco.
Me llamó por mi nombre sentado en un banco.
Me acerqué a él y vi que estaba sangrando.
Me dijo: "El destino no está en tus manos.
Vivir es duro pero es cuestión de superarlo.
Vivimos por alguna razón solo tenemos que encontrarlo.
Te daré otra oportunidad espero que sepas aprovecharlo.
Este será para ti mi segundo “regalo."
Se levantó y se fue caminando.
Noté que su corazón no seguía sangrando.
En un instante todo volvió como un suspiro.
Ya sentía mi cuerpo, ya no tenía frío.
No estaba en el suelo. Me encontraba en una cama.
Me miré la muñeca y la tenía vendada.
Por la puerta se asomaba aquel hombre de blanco.
Le seguía mi familia que no contenía el llanto.
Se acercaron, y me abrazaron y me besaban.
Cuando volví a mirar el hombre ya no estaba.
Y pregunto: ¿Era un ángel o un hombre?
Se fue y yo sin saber cómo era su nombre.
La vida y la muerte. Tan parecidos, tan diferentes.
En un abrir y cerrar de ojos te vuelves transparente.
Cuando ya no hay vuelta atrás, se valora lo que se tiene.
Y a partir de ahí intentamos vivir el presente.
Segundas oportunidades casi nunca se consiguen.
Así que a todos los que leáis esto: CARPE DIEM.
Piper Rose
